Todo sobre el EQUIPO DE Buceo
Regulador de buceo
El regulador es un elemento de nuestro equipo de buceo que nos permite, literalmente, respirar con total comodidad durante nuestro buceo. Pertenece junto con la botella y la válvula de la botella (lugar en el que conectamos el regulador) a nuestro sistema de suministro de aire.
Mejores reguladores de buceo, recomendaciones
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Qué es un regulador de buceo
Como os decía en la introducción, el regulador es un elemento de nuestro sistema de suministro de aire. Podríamos definir este elemento de nuestro equipo de buceo como vital, ya que nuestra respiración y nuestra vida depende de él.
Cuando realizamos el submarinismo nos adentramos a un mundo acuático al que, no se nos debe olvidar, no estamos adaptados en ningún aspecto. Por ello, toda nuestra actividad se basa en un equipo que nos permita dicha adaptación. El regulador, junto con el resto de nuestro sistema de suministro de aire, se convierte así en nuestras «branquias», esa parte que nos va a permitir respirar debajo del agua.
Cuando hablamos de un regulador de buceo, estamos hablando realmente de un regulador autónomo de buceo a demanda, es decir, nos dará el aire cuando nosotros lo «pidamos» y de manera autónoma. Como ya sabéis, cuando nos adentramos en el mundo subacuático nos enfrentamos a un cambio de presión en función de la profundidad. Este cambio de presión afecta en todos los ámbitos, tanto al buceador, como a su equipo. El regulador que conocemos hoy en día esta diseñado para adaptarse a ese cambio de presión y permitirnos respirar de forma cómoda sea cual sea nuestra profundidad.
Pero, ¿ha sido siempre así?
Quién invento el regulador de buceo
Los orígenes del buceo datan del siglo XVIII y XIX con actividades militares. En sus inicios, el buceo era practicado con una escafandra tradicional la cual conectaba al buceador con un sistema que suministraba aire desde la superficie a través de un bombeo. Este sistema se denominaba umbilical y se sigue usando en ciertas modalidades del buceo profesional.
Sin embargo, el regulador que conocemos hoy en día (regulador autónomo) empezó a originarse sobre los años 50 con la evolución del, usado hasta entonces, regulador bitráquea. El regulador bitráquea fue creado en 1945 por Jacques-Yves Cousteau y Émile Gagnan. Este regulador contaba con una única etapa. Esto hacia que su esfuerzo respiratorio fuera mayor, sobre todo al incrementar la profundidad o con poco aire en la botella.
A partir de los 50, se empezó a usar el regulador monotráquea con dos etapas. Esto constituía un gran avance ya que la reducción de presión en dos etapas diferentes (dos tiempos) reducía mucho el esfuerzo respiratoria tanto a profundidad como con poco aire en la botella.
En los años posteriores, el regulador sigue avanzando e incorporando diferentes elementos: una válvula de vaciado de agua, un latiguillo para poder conectar el chaleco de buceo, el manómetro y otra segunda etapa. De esta forma, el regulador fue avanzando para convertirse en el sistema cómodo y fiable que conocemos a día de hoy.
Cómo funciona un regulador de buceo
El regulador de buceo es el elemento principal del sistema de suministro de aire, es decir, es el elemento principal de ese sistema que nos permite respirar bajo la superficie. Pero el regulador, por sí mismo, no serviría de nada; necesita de una reserva de aire para poder funcionar, en nuestro caso, la botella de buceo.
El funcionamiento del regulador se basa en reducir la presión. De esta forma nos regula el aire (de ahí su nombre) desde la alta presión a la que se encuentra en la botella hasta la presión ambiental. De esta podemos respirar de manera cómoda sea cual sea nuestra profundidad. Esta reducción se lleva a cabo en dos fases, de ahí las dos etapas del regulador.
En la primera etapa, se reduce la alta presión de la botella, hasta una presión intermedia de entre 8 y 12 bares de presión por encima de la presión ambiental. Esta presión intermedia será la que viajará por todos los latiguillos exceptuando el manómetro/transmisor. El manómetro/transmisor necesita trabajar a alta presión para darnos la lectura real de la presión restante en la botella.
En la segunda etapa, la presión se volverá a reducir desde la presión intermedia hasta la presión ambiental pudiendo así respirar de manera cómoda y natural. Si en esta segunda etapa la presión no se adaptara a la presión ambiental, el regulador entraría en lo que se denomina «flujo continuo». Esto significa que el regulador estaría dando caudal de aire todo el tiempo. Este flujo continuo estaría producido porque la presión interna sería mayor que la presión externa y el aire circularía a su favor. Algo parecido a lo que pasa cuando llenamos un globo y lo soltamos.
Partes y tipos de un regulador de buceo
Como ya hemos comentado el regulador de buceo ha ido evolucionando. Lo ha hecho desde la escafandra tradicional conectada a la superficie hasta lo que conocemos hoy en día. Y seguirá evolucionando. La disposición más común del regulador en la actualidad es una primera etapa, dos segundas etapas, el manómetro y el latiguillo del chaleco.
Las diferencias en cuanto a reguladores residirán en las diferencias entra la conexión del regulador a la botella (DIN o INTERNACIONAL), la primera etapa (compensada/balanceada o no compensada/no balanceada) y la segunda etapa del regulador.
Regulador de buceo DIN o Internacional
Nos encontramos con dos tipos de conexión del regulador a la válvula de la botella, DIN o INTERNACIONAL.
Ambos son aptos y se encuentran disponibles en los diferentes modelos de regulador. Dicho esto yo siempre recomiendo DIN por varios motivos.
- Puede trabajar a más presión, hasta los 300 bares.
- La junta que sella con la válvula de la botella se encuentra en el regulador y no en el dado (adaptador) de la botella. Fácil de verificar y cambiar en caso de ser necesario.
- Al ir atornillado directamente a la botella, se elimina el riesgo de fugas importantes, incluso en caso de fallo de la junta tórica.
- Lo más importante: en buceos en espacio reducidos, cuevas, pasos a través, pecios, se reduce el riesgo de que la primera etapa se desplace al golpear con el techo.
Primera etapa del regulador de pistón o membrana
Los reguladores cuya primera etapa son de pistón son más simples y tienden a durar más. Sin embargo, la parte negativa es que para su funcionamiento les debe entrar agua en la parte interna. Esto resulta en un mayor cuidado por nuestra parte a la hora de la limpieza pero sobre todo implica un mayor riesgo de congelación interna del regulador si buceáramos en aguas frías.
Los de membrana tienen una mayor cantidad de piezas y eso requiere un mayor y más caro mantenimiento. No obstante, suelen tener un rendimiento mayor que el de pistón y no les entra agua en la parte interna.
Regulador compensado/balanceado o no compensado/no balanceado
Un regulador compensado significa que el caudal de aire del regulador se mantendrá más estable. Esto resultará en una respiración más fluida y cómoda, sobre todo en situaciones más profundas, con poco aire en la botella o compartiendo aire con un compañero.
En un regulador no compensado, la respiración jamás va a ser difícil o fatigosa, pero en ciertas situaciones del buceo, como las comentadas arriba, podríamos notar un poco más de resistencia en la respiración.
No es un detalle transcendental a la hora de elegir o usar el regulador, pero si uno más a tener en cuenta.
Segunda etapa del regulador
Es el último eslabón de la cadena. Transformará todo el trabajo realizado anteriormente (y que también se hace en ella) en una respiración natural. La primera etapa tienen una mayor importancia, pero no por ello debemos descuidar una segunda etapa que debe estar también a la altura. También es relevante en ella la tecnología compensada o no compensada.
Por supuesto, la segunda etapa alternativa debería también estar a la altura. En caso de tener que compartir aire, podría ser que acabáramos nosotros usándola.
Casi todas las primeras y segundas etapas de una misma marca son compatibles a la hora de usarse entre ellas.
Número de puertos
Aunque sí es cierto que el número de puertos a corto plazo no puede suponer un problema, a medio-largo plazo es algo que debéis considerar. ´
Como hemos comentado, por los latiguillos de las dos segundas etapas y por el latiguillo del chaleco circulará presión intermedia (baja). Esto significa que la primera etapa de nuestro regulador debe contar con 3 puertos de baja presión o LP (del inglés, Low Pressure). Sin embargo, si pensáis bucear con traje seco, deberá contar con un puerto más para la conexión de otro latiguillo para el inflado del traje.
Además, en caso de en el futuro querer incorporar un transmisor para la gestión de aire de nuestro ordenador nunca deberíamos intercambiarlo por el manómetro. Por tanto, la primera etapa también deberá contar con 2 puertos de alta presión o HP (del inglés, High Pressure).
Qué regulador de buceo elegir o comprar
Como siempre, elegir el regulador de buceo adecuado para cada uno dependerá de su uso.
Para aquellos buceadores que vayáis a bucear en aguas frías, necesitaréis de un regulador con membrana para minimizar al máximo el riesgo de congelación interna. Igualmente pasa con aquellos buceadores que vayan a bucear en aguas contaminadas o con partículas en sedimento (algo que no se da demasiado en buceo recreativo).
Para aquellos buceadores experimentados que vayan a realizar buceos más profundos o buceadores que a medio plazo vean proyección en el ámbito del buceo técnico y busquen mayor profundidad, deberíais plantearos un regulador compensado.
En cuanto a la conexión, como ya os he comentado antes, yo me decanto más por la seguridad de la conexión DIN.
Mi regulador perfecto, por preferencias personales, sería un regulador compensado de membrana con conexión DIN. Dicho esto, muchos habréis usado reguladores de escuela de pistón y no compensado y estoy seguro que no habréis notado grandes diferencias. Sin embargo, para una inversión que va a ser en un regulador personal, a veces, gastar un poco más en fiabilidad y seguridad no es una mala idea.
Es importante saber que a la hora de adquirir un regulador de buceo, deberemos realizar el montaje de la unidad tal y como la conocemos. Esto se debe a que el regulador, habitualmente se vende por separado.
Cómo montar o reparar un regulador de buceo
Empecemos por el montaje. Cabe destacar que habitualmente, a excepción de algunos kits que agrupan ciertas partes, el regulador suele venderse por separado. La primera etapa suele venir junto con la segunda etapa principal, a lo que habría que sumarle la segunda etapa alternativa y el manómetro. El latiguillo para el chaleco, viene con el propio chaleco. Al venir separado, viene desmontado, eso quiere decir que alguien tendrá que montarlo.
El montaje y la reparación del regulador debería hacerla un técnico autorizado por la marca. Este tendrá tanto los recursos como los conocimientos para hacerlo. Además será el responsable de dicho montaje o reparación.
Para quitarnos el problema del montaje, yo os recomendaría adquirir un kit que venga ya montado. Además estos kits suelen tener un buen equilibrio entre la primera etapa y la segunda. Así no nos veremos tentados a adquirir una buena primera etapa y una segunda etapa más barata (ya hemos hablado que ambas deben estar a la altura). Aun así, en estos kits habrá que realizar el montaje de algún elemento, como puede ser el manómetro, por ejemplo. Si buscas quieres el set completo de un regulador montado al completo, contáctame.
Mantenimiento del regulador de buceo: cómo limpiar un regulador
La mejor manera de mantener no solo un regulador sino el equipo en general es a través de su uso. Si el regulador se lleva gran tiempo colgado del armario, tenderá a empeorar su funcionamiento que si se usa de manera más continua.
Al final de cada buceo es recomendable limpiarlo en agua dulce y al final de cada viaje de buceo, una limpieza más exhaustiva si cabe de nuevo en agua dulce.
Aun así, es recomendable realizar un mantenimiento al regulador cada año o cada 100 buceos en el que se revisen y cambien aquellos elementos que lo necesiten.